Un nombre

Varias veces me he hecho la siguiente pregunta: ¿Qué es un nombre? ¿Es importante su significado? ¿Marca el nombre a la persona? ¿O es la persona la que marca el nombre?

Creo, a mis 36 años de edad, que el nombre es un apelativo, una forma de llamarte, igual cómo te pueden llamar por "oye!" o "tú".

Es algo interesante a veces rebuscar en el significado original de los nombres. Más interesante aún es enterarse de que los caballeros, en tiempos antiguos, nunca daban a conocer  su nombre completo, sino solo su apellido. Esto se debía a la superstición de maldad (¿brujería?) o malas intenciones con que se podía hacer uso del nombre. Supongo que, no habiendo métodos de comprobación de identidad, algún malvado podría haber tomado un nombre ajeno para dañar la reputación de otro.

En mi región del Ecuador donde vivo, no se acostumbraba que los niños llamaran a los padres por su nombre hasta hace unos años. Se veía muy poco. Sin embargo, yo, nacido en el 76, a la primera persona que llamé por su nombre, fue a mi mamá, que todo el tiempo escuché a mi padre llamarla así. Cuando vinieron mis hermanos siguientes al mundo, a ellos se les hizo más fácil llamarla "mamá" que a mí. Y hoy, años desde que la llamé por su nombre por última vez, cuando resuena en mi garganta ese nombre, siento que todo se aclara, que las dudas se alejan, que yo no soy de ella ("mi hijito"), ni ella de mí ("mi mami"). Es hermoso poder tener esa libertad de poder llamar a tus padres por su nombre. Aunque ha habido resistencia por momentos a aquello. E incluso miedo. Pero siendo francos, es la mejor manera de tratarse que existe.