San Miguel y la pregunta ¿Quién hay como Dios?

Miguel, el arcángel rector de nuestros tiempos, es conocido por la tradición judeocristiana (y también la islámica). Sin embargo es en la tradición cristiana donde más se ha escrito y hablado del personaje, incluso recientemente. No es de extrañar, puesto que ES el rector de nuestra era (lea a R. Steiner). Juana de Arco lo menciona. El Apocalipsis de Juan lo menciona. 

La interpretación judía del nombre le atribuye una especie de exclamación y pregunta: quién hay como Dios. Esta pregunta es para muchas personas una exclamación de la superioridad de la Divinidad en todos los sentidos. Pero también hay un lado que los creyentes más conservadores no prestan mucha atención. La pregunta es a la vez un llamado a la valentía, un desafío a seguir a Miguel en el camino a ser más como Dios. 

Las preguntas siempre traen un momento de reflexión. Solo preguntando salimos (y sacamos a otros) de la duda y de la ignorancia. Preguntar es siempre importante cuando estamos perdidos en terrenos desconocidos. Preguntar, o investigar, aclara algo que entendimos solo a medias. Cuestionarnos a nosotros mismos, es evaluarnos para poder ser mejores. Miguel nos anima a ser más como Dios, preguntando y llenando estas dudas con la luz del espíritu. De ahí que todos los aspectos de la vida que parecen dubitativos, dudosos, o incluso inservibles e infructuosos llevan, o pueden llevar, a la pregunta de San Miguel: ¿Quién hay como Dios? 

Marcelo Favio PS.
Ing. (DG), Mg. en Gestión de Diseño, católico, mormón converso, estudió en el seminario para pedagogía Steiner/Waldorf de Stuttgart, en Alemania.

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