Antiguas y modernas formas de explicar el mundo

En la antigüedad uno acudía a los sacerdotes, a los templos, a los oráculos para obtener sabiduría y entender así mejor su propia vida, su propio lugar, su propio tiempo. Las antiguas religiones todas tienen su forma de explicar la existencia del universo, desde el hinduísmo, la mitología griega, el cristianismo, el islam o el judaísmo. Pero las explicaciones que ellas dan han quedado atrás y no explican el devenir de nuestros tiempo, ni hacia adonde vamos, concretamente en la tierra. Yo creo que cada quien debe buscar un camino que explique su propia existencia, para obtener así una motivación real, interior. Ningún dogmatismos ni fanatismo nos dará verdadero entendimiento. Al fin y al cabo un entendimiento personal de su propia vida es lo que nos hace tener sentido y nos puede llevar a sentir una vocación por algo o alguien. Como decía, las religiones antiguas no explican (o, por lo menos, no en términos que nos lleguen a nuestro entendimiento del siglo XXI) las realidades que vivimos ahora. O por lo menos no del todo. El antiguo enemigo del egoísmo está siempre en todas como un adversario que hay que derrotar. ¿Pero ésto cómo se aplica a nuestras vidas? Hoy en día en la psicología existe una vertiente que trata de encontrar un "guión" en la vida de los "pacientes", como si de una película se tratara, en la que el protagonista es el paciente mismo. Con ésto se trata de observar con cierta perspectiva la propia vida y tratar de entender el camino que uno ha andado y que ha de andar aún. Y ahí entran las películas a colación, en especial las de ciencia ficción que tanto nos fascinan hoy en día. La ciencia ficción que nos lleva fuera de las cadenas de este mundo para explorar, vivir y luchar por otros lejanos y aún inexplorados. Yo veo hoy en día en la ciencia ficción el reflejo de lo que deberá lograr la ciencia y la tecnología en un futuro no muy lejano, para llevar a la humanidad a buen recaudo de éste mundo que, de una forma tácita (en las películas y en la realidad también), ya ha sido condenado a morir. El por qué de ésta condena o éste juicio no lo tocaré ahora. Entender nuestro devenir no es fácil, nadie podría lograrlo sin las grandes religiones. Pero dentro del mundo que hoy en día tiene dos de sus pilares en la ciencia y la tecnología, la ciencia ficción va adquiriendo cada vez un espacio más grande y mucho más plausible. No un simple desvarío y escape de la realidad, sino una posible respuesta a nuestras preguntas sobre el futuro de la humanidad.