El trabajo, la profesión y la vocación
¿Estás actualmente sin trabajo? Bueno, este artículo no te va ayudar a encontrar uno, pero tal vez a entender mejor los aspectos de buscar una profesión acorde para ti.
¿Qué es el trabajo? ¿Es una necesidad? ¿Es un hobby? ¿Es una esclavitud?
Desde siempre la sociedad se ha preocupado para que sus miembros tengan su lugar en ella, produciendo lo que ellos puedan dar de sí, y teniendo con qué suplir sus necesidades. Y así fue desde siempre. El padre heredaba una profesión del padre. O si no, se hacía militar. O cura. O profesor. El trabajo ha sido un doloroso paso dentro del proceso de crecimiento de todo ser humano.
Pero hoy en día surge una nueva componente: la de la vocación. Si sientes que algo te nace, y que lo quieres hacer de por vida, esa es una vocación. La vocación da a la persona que la tiene una pauta de hacia adonde se quiere dirigir.
Esta dirección no es siempre fácil de encontrar. Creo ahora que de tumbo en tumbo uno aprende, a veces, a entender sus propias capacidades e inclinaciones.
Pero finalmente, la vocación no nos exime del trabajo duro, aunque sí nos ayuda a aguantarlo.
Hay gente que vive porque en su trabajo encuentra su liberación, su pago de su deuda con la sociedad. Entregan toda su energía al trabajo y ese es su meta.
Hay otros que buscan o necesitan del dinero, tanto que es casi lo único que los lleva a una profesión. La vida adquiere cierto sentido con el trabajo. Y el dinero te hace tener cierta independencia.
Entonces: trabaja por lograr tu independencia y por saldar tu deuda. Si te gusta, bien. Si no, la independencia y la paulatina integración a la sociedad, te hará gustar del trabajo.
¿Qué es el trabajo? ¿Es una necesidad? ¿Es un hobby? ¿Es una esclavitud?
Desde siempre la sociedad se ha preocupado para que sus miembros tengan su lugar en ella, produciendo lo que ellos puedan dar de sí, y teniendo con qué suplir sus necesidades. Y así fue desde siempre. El padre heredaba una profesión del padre. O si no, se hacía militar. O cura. O profesor. El trabajo ha sido un doloroso paso dentro del proceso de crecimiento de todo ser humano.
Pero hoy en día surge una nueva componente: la de la vocación. Si sientes que algo te nace, y que lo quieres hacer de por vida, esa es una vocación. La vocación da a la persona que la tiene una pauta de hacia adonde se quiere dirigir.
Esta dirección no es siempre fácil de encontrar. Creo ahora que de tumbo en tumbo uno aprende, a veces, a entender sus propias capacidades e inclinaciones.
Pero finalmente, la vocación no nos exime del trabajo duro, aunque sí nos ayuda a aguantarlo.
Hay gente que vive porque en su trabajo encuentra su liberación, su pago de su deuda con la sociedad. Entregan toda su energía al trabajo y ese es su meta.
Hay otros que buscan o necesitan del dinero, tanto que es casi lo único que los lleva a una profesión. La vida adquiere cierto sentido con el trabajo. Y el dinero te hace tener cierta independencia.
Entonces: trabaja por lograr tu independencia y por saldar tu deuda. Si te gusta, bien. Si no, la independencia y la paulatina integración a la sociedad, te hará gustar del trabajo.
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