¿Por qué Señor Elfmann? "Batman regresa" y su Soundtrack
Lo peor que una persona con un don puede hacer es desperdiciarlo en cosas vanas.
Existen películas, y desde que se inventaron las películas también se les ha acompañado de música de fondo. Han existido hombres increíblemente dotados para la música en el siglo XX que escribieron las melodías más recordadas de la música hoy en día, tal vez incluso más populares que las obras de música clásica.
Pero muchas veces me he preguntado, qué tan importante es esto? Es acaso solo un pasatiempo? O le dedicas toda tu vida? Y si le dedicas toda tu vida, hasta dónde llegarías para ver tus creaciones famosas o plasmadas en el recuerdo de la gente? O para ganar dinero, vivir de ello?
Algo me pasó cuando tenía 14 años. Pasaba un tiempo muy solitario. Podría decir que casi ni hablaba. Pero escuchaba y tenía mucha actividad en la música. Me gustaban la música de películas, heroicas y grandiosas. Tenía música de Michael Kamen (Robin Hood, príncipe de los ladrones), de John Williams (Star Wars, Superman) y de Danny Elfmann (Batman). Aunque me atraía bastante lo de Michael Kamen, muy sobrio y brillante, las peripecias de John Williams siempre eran fantásticas, la música de Danny Elfmann tocaba algo muy oscuro y delicado en mi interior. Me enfrasqué en Batman (1989). Y cuando salió "Batman regresa", quería ser el primero en tener el CD (uno de mis primeros CDs).
Pero "Batman regresa" fue una sorpresa aterradora. La música parecía mucho más tenebrosa que la de 1989, que tenía momentos muy sobrios y elegantes y por supuesto heroicos. La película parecía una broma mal hecha. Oscura. Y fea.
Cuando escuché el CD quedé decepcionado y busqué en todo lo horrible que tenía esa música de espanto, lo más bonito que pude encontrar: "Selina Transforms". La canción en que Selina (Gatúbela, Michelle Pfeiffer) "muere" (empujada de un edificio) y revive por los gatos. Una canción oscura, muy pero muy triste pero con toques románticos. Quise ver lo bueno que tenía y no lo feo.
Selena Transforms - arreglo para piano solo
La versión orquestada, mucho más inquietante.
Selina Transforms - versión orquestada de la película
Ahora entiendo que la película trataba mucho de la lascivia de Gatúbela, sus terrores, terrores femeninos al fin y al cabo. Pero el terror femenino no acaba ahí. También está El Pingüino. Ese ser que al nacer es rechazado por otra mujer: su madre. Lo cual hace que la película trate también sobre los miedos masculinos.
Tim Burton y Danny Elfmann han trabajado juntos muchas veces. Beetlejuice fue un tema muy divertido, oscuro pero divertido. ¿Pero por qué esa pesadilla de cinta? Hay que decir esta pieza tiene armonías interesantísmas. Intervalos de notas con mucha fricción sin llegar a ser totalmente disonantes. De verdad genial. Pero el resto de la cinta se lo come a Danny Elfmann. Una obra totalmente esquizofrénica, hecha de retazos, que no logran una unidad y coherencia. De verdad, odié a Danny Elfmann (y aún lo odio), y odié a Tim Burton, y odié a Michelle Pfeiffer por la horrible escena donde destruye su habitación y se transforma en Catwoman. Algo tan hermoso destruyéndose ¿para qué? ¿para el arte? ¿para la película? ¿¿por la plata??
Fue entonces que entendí, de la manera más dolorosa y tal vez trivial que haya vivido, el don, y el bien o el mal que se puede hacer con él. Y todavía intento superarlo.
Existen películas, y desde que se inventaron las películas también se les ha acompañado de música de fondo. Han existido hombres increíblemente dotados para la música en el siglo XX que escribieron las melodías más recordadas de la música hoy en día, tal vez incluso más populares que las obras de música clásica.
Pero muchas veces me he preguntado, qué tan importante es esto? Es acaso solo un pasatiempo? O le dedicas toda tu vida? Y si le dedicas toda tu vida, hasta dónde llegarías para ver tus creaciones famosas o plasmadas en el recuerdo de la gente? O para ganar dinero, vivir de ello?
Algo me pasó cuando tenía 14 años. Pasaba un tiempo muy solitario. Podría decir que casi ni hablaba. Pero escuchaba y tenía mucha actividad en la música. Me gustaban la música de películas, heroicas y grandiosas. Tenía música de Michael Kamen (Robin Hood, príncipe de los ladrones), de John Williams (Star Wars, Superman) y de Danny Elfmann (Batman). Aunque me atraía bastante lo de Michael Kamen, muy sobrio y brillante, las peripecias de John Williams siempre eran fantásticas, la música de Danny Elfmann tocaba algo muy oscuro y delicado en mi interior. Me enfrasqué en Batman (1989). Y cuando salió "Batman regresa", quería ser el primero en tener el CD (uno de mis primeros CDs).
Pero "Batman regresa" fue una sorpresa aterradora. La música parecía mucho más tenebrosa que la de 1989, que tenía momentos muy sobrios y elegantes y por supuesto heroicos. La película parecía una broma mal hecha. Oscura. Y fea.
Cuando escuché el CD quedé decepcionado y busqué en todo lo horrible que tenía esa música de espanto, lo más bonito que pude encontrar: "Selina Transforms". La canción en que Selina (Gatúbela, Michelle Pfeiffer) "muere" (empujada de un edificio) y revive por los gatos. Una canción oscura, muy pero muy triste pero con toques románticos. Quise ver lo bueno que tenía y no lo feo.
Selena Transforms - arreglo para piano solo
La versión orquestada, mucho más inquietante.
Selina Transforms - versión orquestada de la película
Ahora entiendo que la película trataba mucho de la lascivia de Gatúbela, sus terrores, terrores femeninos al fin y al cabo. Pero el terror femenino no acaba ahí. También está El Pingüino. Ese ser que al nacer es rechazado por otra mujer: su madre. Lo cual hace que la película trate también sobre los miedos masculinos.
Tim Burton y Danny Elfmann han trabajado juntos muchas veces. Beetlejuice fue un tema muy divertido, oscuro pero divertido. ¿Pero por qué esa pesadilla de cinta? Hay que decir esta pieza tiene armonías interesantísmas. Intervalos de notas con mucha fricción sin llegar a ser totalmente disonantes. De verdad genial. Pero el resto de la cinta se lo come a Danny Elfmann. Una obra totalmente esquizofrénica, hecha de retazos, que no logran una unidad y coherencia. De verdad, odié a Danny Elfmann (y aún lo odio), y odié a Tim Burton, y odié a Michelle Pfeiffer por la horrible escena donde destruye su habitación y se transforma en Catwoman. Algo tan hermoso destruyéndose ¿para qué? ¿para el arte? ¿para la película? ¿¿por la plata??
Fue entonces que entendí, de la manera más dolorosa y tal vez trivial que haya vivido, el don, y el bien o el mal que se puede hacer con él. Y todavía intento superarlo.
Creo que es el mejor de tus post que he leído.
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